Una amistad sospechosa: nexos entre un ex policía homicida y el coordinador de la Guardia Estatal Luis Ángel Peñaflor Camey

Nuevo Laredo, Tamaulipas, 9 de abril de 2025 .— La captura y vinculación a proceso de Roberto Martínez Lugo, exintegrante del desaparecido Grupo Lince de Seguridad Publica Estatal, ha detonado un nuevo escándalo de corrupción y complicidad criminal al interior de las fuerzas estatales de seguridad en Tamaulipas.

El caso, que ha generado inquietud tanto en esferas políticas como entre ciudadanos, ha revelado una relación personal y operativa con Luis Ángel Peñaflor Camey, actual coordinador de la Guardia Estatal en Nuevo Laredo, cuya cercanía con el inculpado ha puesto bajo la lupa a toda la cadena de mando, incluido el secretario de Seguridad Pública, Sergio Hernando Chávez García.

Martínez Lugo, de 43 años, fue aprehendido el pasado 1 de abril en Monterrey, acusado de un doble homicidio ocurrido en 2018 en la colonia Revolución Verde, en Ciudad Victoria. El sábado fue formalmente vinculado a proceso por los delitos de homicidio calificado y asociación delictuosa. La detención, sin embargo, no ha sido el único foco de atención: su cercanía con Peñaflor Camey, conocido como “El Camey”, ha abierto la puerta a una investigación mucho más amplia sobre posibles redes de protección institucional al crimen organizado.

Ambos elementos coincidieron en el Grupo Lince, una unidad de élite disuelta tras múltiples denuncias por abusos de poder y vínculos con grupos criminales. Testimonios recabados por este medio señalan que la relación entre Martínez y Peñaflor trascendía lo profesional. Un excompañero que pidió el anonimato afirmó: “Se veían seguido. Eran de confianza. Se drogaban juntos. Tenían contactos muy arriba que los hacían sentir intocables”.

Videos, mensajes de voz y testimonios apuntan a que ambos se referían a sobornos de parte de “Los Metros”, una faccióndel Cártel del Golfo, como “viáticos”, sugiriendo una jerga interna para el manejo de dinero ilícito. Incluso tras haber sido señalado como prófugo, Martínez siguió en contacto con Peñaflor, lo que hace suponer que este último le dabagrado de protección desde su posición en la Guardia Estatal.

La figura de Sergio Hernando Chávez García, titular de Seguridad Pública, añade otra capa de complejidad. Fuentes dentro de la propia corporación aseguran que Chávez ha actuado como protector político de Peñaflor, y lo ha defendido públicamente incluso cuando ya existían señalamientos en su contra. Para elementos policiacos, esta defensa sugiere no solo lealtad interna, sino una red de complicidades tejida en los altos mandos.

“Este tipo de casos muestran cómo las instituciones de seguridad pueden ser infiltradas desde adentro, no solo por el crimen organizado, sino por una lógica de encubrimiento y pactos de silencio”, afirmó una fuente judicial con conocimiento del caso.

A pesar de las evidencias, Peñaflor Camey no ha sido removido de su cargo ni está formalmente bajo investigación. Mientras tanto, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas enfrenta presiones crecientes para ampliar sus indagatorias y deslindar responsabilidades más allá del ex Lince. La pregunta que flota entre analistas, legisladores y ciudadanos es: ¿hasta dónde llega esta red?

Martínez Lugo permanecerá en prisión preventiva durante el proceso de investigación, programado para un lapso inicial de tres meses. Sin embargo, para muchos este caso será una prueba de fuego para medir si realmente existe voluntad política para desmantelar las estructuras de complicidad que han permitido que el Cartel del Golfo mantenga injerencia en las instituciones encargadas de combatirlo.

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