Nuevo Laredo, Tamaulipas, 28 de marzo de 2024 .— El 16º Regimiento de Caballería Motorizada en Nuevo Laredo ha sido un epicentro de violencia y corrupción durante los últimos años. Bajo el mando del Coronel Miguel Ángel Ramírez Canchola, el regimiento se vinculó estrechamente con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de acuerdo con denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR). Durante su gestión, Ramírez Canchola fue señalado por ejecutar a civiles de manera extrajudicial, actos que parecían responder a una estrategia de entrega de la plaza al CJNG.
En 2021, tras ser removido de su puesto, la violencia no cesó. El Coronel José Isidro Grimaldo Muñoz, su sucesor, continuó con las prácticas de abuso de poder. A pesar de las denuncias en su contra, Grimaldo Muñoz siguió al mando, y su régimen de represión y apoyo al crimen organizado se mantuvo. Los informes de ejecuciones extrajudiciales y abusos de autoridad siguieron siendo una constante durante su mandato.
Ambos militares estuvieron directamente involucrados en la ejecución de civiles, un ejemplo claro de lo ocurrido en 2020 cuando varios individuos fueron asesinados tras ser capturados en la carretera al aeropuerto de Nuevo Laredo. Estos crímenes fueron documentados en un video que fue entregado a la FGR como evidencia de la infiltración militar por parte de los cárteles. Este tipo de actos, según testigos, fueron orquestados para consolidar la alianza entre las fuerzas armadas y el CJNG.
El asesinato de Grimaldo Muñoz en diciembre de 2022, tras ser secuestrado por el CJNG en Jalisco, expuso la peligrosa relación entre los militares y el crimen organizado. Aunque su vinculación con el cártel nunca fue confirmada oficialmente, el hecho de que fuera asesinado por quienes podrían haber sido sus aliados pone en evidencia la profundidad de la infiltración del narcotráfico dentro de las filas del Ejército Mexicano.
A pesar de estos hechos, Ramírez Canchola no ha sido procesado, y su ascenso a General en noviembre de 2024 sorprendió a muchos. Hoy, como Comandante de la Guarnición de la Plaza en Nuevo Laredo, su presencia sigue siendo motivo de alarma entre los habitantes de la ciudad, quienes temen que continúe con sus prácticas violentas. La situación en Nuevo Laredo se complica cada vez más, pues la falta de justicia y la complicidad de las autoridades militares alimentan la desconfianza de la población hacia las fuerzas armadas.
