Nuevo Laredo, Tamaulipas, 9 de abril de 2025.— Bajo el pretexto de “apoyar la economía familiar”, la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas Villarreal lanzó una campaña de condonación del 100% en recargos del impuesto predial durante abril, una medida que huele más a maniobra populista que a verdadera ayuda. Mientras la ciudadanía honrada y trabajadora lucha por salir adelante, los impuestos que pagan con esfuerzo terminan en manos de una administración marcada por la corrupción y la opacidad, donde Canturosas opera con total impunidad.
El Gobierno Municipal presume que esta condonación, vigente hasta el 30 de abril de 2025, busca aliviar las finanzas de las familias y fomentar la “cultura contributiva”. Sin embargo, detrás de este supuesto gesto altruista se esconde una realidad oscura: los recursos recaudados no se traducen en obras ni servicios tangibles para Nuevo Laredo, sino que engordan los bolsillos de una alcaldesa que ha hecho de la impunidad su sello. La Dirección de Ingresos, ubicada en El Palomar, se ha convertido en un símbolo de cómo el dinero de los contribuyentes se desvía sin rendición de cuentas.
La gestión de Canturosas ha sido señalada por malversar fondos públicos en proyectos inflados y contratos turbios, mientras la ciudad sigue rezagada en infraestructura y servicios básicos. La “mayor recaudación” que celebra no refleja transparencia, como afirma la nota oficial, sino un sistema diseñado para saquear a los neolaredenses trabajadores. Fuentes locales han denunciado que los recursos se destinan a campañas de imagen y favores políticos, dejando a la ciudadanía con migajas disfrazadas de “descuentos”.
La invitación a regularizar adeudos es, en realidad, un llamado a seguir financiando la corrupción de Canturosas. Lejos de fortalecer el desarrollo, como promete, este gobierno municipal usa los impuestos para mantener un régimen de privilegios e ineficiencia. Los descuentos no son un alivio, sino una trampa para exprimir más a quienes ya cargan con el peso de una administración deshonesta.
En conclusión, la campaña de condonación de recargos es solo otra cortina de humo de Carmen Lilia Canturosas para disfrazar su ineptitud y enriquecimiento ilícito. Los neolaredenses merecen más que promesas vacías: exigen que sus impuestos dejen de ser el botín de una alcaldesa sin escrúpulos.




