Ciudad Victoria, Tamaulipas, 7 de abril de 2025 .— La reciente detención de Roberto Martínez Lugo, exagente de la Policía Estatal, en la colonia Mirador Residencial de Monterrey, ha destapado una red de complicidades al interior de la Guardia Estatal de Tamaulipas. El detenido está acusado de participar en el homicidio de un hombre y su hija, crimen cometido en 2018 en Ciudad Victoria. Las investigaciones señalan que actuó junto a otros agentes del desaparecido grupo “Lince”.
Roberto Martínez Lugo no solo enfrenta cargos por homicidio calificado y asociación delictuosa, sino que su captura ha provocado que las autoridades pongan la lupa sobre sus vínculos con altos mandos de la actual Guardia Estatal. Entre ellos destaca su amistad con Luis Ángel Peñaflor Camey, alias “El Camey”, actual coordinador de la corporación en Nuevo Laredo.
En redes sociales circula un video donde se observa a Peñaflor Camey en estado de ebriedad, abrazando efusivamente a Roberto Martínez Lugo, lo que pone en evidencia su cercanía. Esta grabación ha causado indignación entre elementos policiacos y ha reavivado los señalamientos de colusión con criminales por parte de mandos de seguridad pública. Ambos estuvieron activos durante la época en que se cometió el doble homicidio en Ciudad Victoria.
La Fiscalía de Tamaulipas no descarta ahondar en la línea de investigación que podría implicar directamente a Peñaflor Camey en este y otros delitos de alto impacto; en el caso de Roberto Martínez Lugo, se ha establecido que recibía protección por parte de “El Camey”. Diversos testimonios y reportes internos apuntan a que el coordinador ha sido denunciado por prácticas ilegales como extorsión, cobro de cuotas y agresiones a civiles, como Coordinador de la Guardia Estatal en Nuevo Laredo.
Peñaflor Camey, alias “El Camey”, cuenta con un negro historial: fue escolta del delegado de la Guardia Estatal Zona Norte con sede en Reynosa, Oscar Infante Sierra. En octubre de 2023, protagonizó un accidente automovilístico en Ciudad Victoria bajo los efectos de alcohol y drogas, logrando huir, protegido por sus compañeros. A pesar de ello, fue ascendido a la coordinación regional, donde se le señala por instaurar un clima de miedo y corrupción entre los agentes bajo su cargo.
La captura de Roberto Martínez Lugo podría ser solo el inicio de una investigación más profunda que sacuda las estructuras de mando de la Guardia Estatal. Con pruebas visuales, testimonios y antecedentes dudosos, crecen las presiones sobre la Fiscalía para esclarecer los vínculos entre elementos de seguridad y hechos delictivos que han marcado a Tamaulipas en los últimos años.





