Nuevo Laredo, Tamaulipas, a 25 de marzo de 2025.— En audios filtrados por militares se escucha al coronel Miguel Ángel Ramírez Canchola ordenando la ejecución de civiles el 14 de agosto de 2021 en la colonia Nueva Era. Cinco personas murieron tras una persecución que la SEDENA calificó como enfrentamiento, pero que familiares y testigos señalan como un crimen a sangre fría. Los audios y un video subido a redes por militares revelan que fue una venganza tras la muerte de un escolta de Ramírez Canchola, dejando un rastro de impunidad que persiste hasta hoy.
Ese día, Uriel García Lerma, Erik García Lerma, Marcos Alejandro Moreno, Juan Alberto Luevanos Orona y Juan Jesús López Tinajero fueron asesinados. Testigos aseguran que al menos dos estaban vivos, desarmados y de rodillas antes de recibir el tiro de gracia. María Guadalupe Tinajero Uribe, abuela de López Tinajero, denuncia entre lágrimas: “Era un trabajador honesto, no un delincuente. ¿Por qué no lo detuvieron en vez de matarlo?”. El dolor de las familias se mezcla con la frustración ante la falta de justicia.
Los audios filtrados captan a Ramírez Canchola, entonces comandante del Décimo Sexto Regimiento, pidiendo precaución porque “los dos (civiles) están heridos”, y luego exigiendo una ambulancia tras el ataque a su escolta. Minutos después, ordena la ejecución como represalia. Relevado en octubre de 2021, Ramírez Canchola regresó en 2024 como comandante interino de la Guarnición Militar, protegido, por el secretario de la Defensa, Ramiro Trevilla Trejo.
La FGR abrió la carpeta FED/TAMP/NVO.LAR/0001719/2021, pero el caso se estanca mientras se suman al menos 10 denuncias similares contra el Ejército en la ciudad. Una testigo relata: “Los hincaron, les quitaron las armas y los mataron. Después me amenazaron para que no hablara”. El Comité documenta un patrón de abusos, pero la CNDH y las autoridades civiles brillan por su omisión, dejando la investigación en manos de la justicia militar, conocida por su opacidad y favoritismo.
Mientras Ramírez Canchola sigue en funciones, las familias claman por justicia en un desierto de silencio oficial. Este caso no es aislado; es un eco de masacres previas en Nuevo Laredo que han quedado sin castigo, varias perpetradas por militares bajo el mando del hoy Comandante interino de la Guarnición de la Plaza.
Aquí en link vídeo con los audios del coronel Miguel Angel Ramírez Canchola.






