Nuevo Laredo, Tamaulipas 31 de diciembre 2024.— La ciudadanía enfrenta un grave riesgo debido al abandono de la Dirección de Protección Civil y Bomberos, responsabilidad del Gobierno Municipal encabezado por Carmen Lilia Canturosas Villarreal. La falta de unidades funcionales para atender incendios y emergencias médicas expone a la población a una situación de vulnerabilidad alarmante.
Actualmente, la ciudad cuenta con dos máquinas apagadoras en operación, una de las cuales sufre descomposturas constantes. Además, de las dos ambulancias disponibles, cuando en anteriores administraciones municipales tenían de 10 a 15 maquinas distribuidas en toda la ciudad.
Según los estándares de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios de Estados Unidos (NFPA), se debería contar con aproximadamente 10 máquinas de bomberos por cada 100,000 habitantes y un bombero por cada 2,000 personas. En Nuevo Laredo, estas cifras están lejos de cumplirse, dejando a los más de 400,000 habitantes de la ciudad en una situación crítica ante emergencias.
El deterioro de los recursos materiales no solo pone en peligro a los ciudadanos, sino que también afecta al personal de Protección Civil y Bomberos, quienes carecen de las herramientas necesarias para realizar su labor de manera segura y eficiente. Esta situación evidencia la falta de atención y compromiso de la administración municipal hacia una de las áreas más importantes para la seguridad pública.
La ciudadanía exige respuestas y acciones inmediatas por parte del gobierno de Carmen Lilia Canturosas Villarreal para garantizar la operatividad de Protección Civil y Bomberos. Sin un servicio funcional, la ciudad permanece desprotegida ante incendios, accidentes y emergencias médicas, lo que pone en riesgo la vida y el patrimonio de miles de neolaredenses.


